Este estudiante gay pensó que le costaría encontrar un nuevo lugar donde vivir. Pero se topó con un agente inmobiliario que estaba obsesionado con la idea de follárselo y rápidamente le encontró algo. Una eficacia formidable. Cuando el agente vino a entregarle las llaves, le dejó claro que estaba colado por él y que le encantaría meterle su enorme polla por el culo. El estudiante no es ni mucho menos insensible a sus encantos: el agente es sexy, muy alto, bien construido y huele a activos pasionales. Va a darlo todo en su nuevo piso y no va a arrepentirse: el agente va a ocuparse de él como un jefe y le hará correrse por todas partes.